No tengo apuro Mientras tanto me peino O me electrocuto ¿La noticia saldrá en los diarios? Dirán que hacía 42 grados y yo me secaba el pelo en el vapor del baño Nadie sabrá que ese día no tenía nada qué hacer Que el sillón frente a la ventana con la brisa entrando por mi entrepierna ya me había contracturado los nervios Que mis pensamientos solo estaban conectados con la sombra del cable de la lámpara que heredé de mi abuela proyectado en el techo Ella no murió electrocutada Tampoco se secaba el pelo en su baño cuando no sabía qué hacer para apurar al reloj Ella iba a la peluquería a encontrase con cualquiera A enterarse de nada y planchar al infinito la lacitud de su crespo existir
Encontraran mi cuerpo tieso desplomado en el piso El rojo de la sangre brotará tras mi cabeza en contraste perfecto con lo verde Equilibrio de composición, aprobado La idea de la electricidad y el vapor siempre me resultó disruptiva ¿Por qué los baños tienen espejos y enchufes? ¿Si justo un instante antes de que yo conectara el secador se filtró una gota por la hendija del enchufe? Y yo, parada justo acá reflejada impecable Corriendo la perilla a encendido con mi dedo índice Este instante Corto circuito Habrá sido mi disparo hacia el final Mi último suspiro
Porque lo que próximo será la corriente Alterándome toda Volcándome sobre el piso lustrado Y yo sin poder despegar la mano de mi decisión Entonces ahora, mejor No me peino.
Monólogo disparado por fotografía Miles Aldridge.
Febrero de 2020, Pergamino.
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